Con este acuerdo se crea el Consorcio del Plan de Rehabilitación y Equipamiento de los Teatros de Madrid, que tiene una duración de cuatro años y concluirá en 1998. En ese tiempo se desarrollarán diversas actuaciones arquitectónicas en interiores y exteriores.

El consorcio, con personalidad jurídica propia, responde al deseo de las tres instituciones de aunar esfuerzos y optimizar recursos en la rehabilitación y dotación de infraetructuras escénicas, como una de las prioridades más urgentes.

Entre otras atribuciones, el nuevo organismo elaborará estudios generales de carácter técnico, coordinará y valorará los proyectos que se presenten y captará los recursos económicos aportados por otras entidades públicas y privadas.