Según el convenio, la Sociedad cede los derechos de explotación del hipódromo de la Zarzuela a Sarasola, incluida la Quiniela Hípica (que ya no existe), a cambio de determinadas contrapartidas.

El problema es que desde diciembre de 1996 el hipódromo vive una situación de auténtica suspensión de pagos, tanto a los trabajadores y proveedores com a los beneficiarios de premios, y la temporada de carreras de primavera no se ha celebrado este año en Madrid.

La Sociedad de Fomento tiene previsto denunciar judicialmente a Sarasola por incumplimiento del convenio, una vez que le han conminado a relanzar la gestión del hipódromo. La última baza de Sarasola fue el grupo gestor francés SEPMO, pero todo indica que la operación de venta de las acciones de la concesionaria no ha cuajado.

Ahora, cuando la Sociedad de Fomento ha echado mano de los doumentos para hacer valer sus derechos, ha descubierto que los directivos de entonces firmaron el convenio con el empresario en una notaría, pero que no quedó registrado en ella.

Las mencionadas fuentes apuntaron que la anterior directiva mantenía estrechas relaciones con Sarasola, que a su vez es amigo público del anterior presidente del Gobierno, Felipe González.