Por otro lado, la encuesta indica que más del 25,5 por ciento de las responsables de las compras familiares madrileñas se declaran fumadoras habituales y el 4 por ciento lo hacen ocasionalmente, por lo que el hábito de fumar alcanza al 29 por ciento de las amas de casa madrileñas.

Por su parte, el 16 por ciento ha dejado de fumar, la mayor pare (10 por ciento) a pesar de haber sido fumadoras habituales. Esto significa que el 55 por ciento de las amas de casa madrileñas no fuma ni ha fumado nunca y que, tras abandonar este hábito, el 71 por ciento no lo hace en la actualidad.

El perfil del ama de casa fumadora es: joven (cerca del 50 por ciento tienen menos de 45 años), con estudios secundarios o superiores (más del 40 por ciento), trabaja fuera del hogar (45 por ciento), de condición socioeconómica media-alta (38 por ciento) y con residenca en la corona noroeste (35 por ciento).

Por lo que se refiere al alcohol, la gran mayoría de los hogares madrileños (87,5 por ciento) suele tener alguna bebida alcohólica, frente al 13 por ciento de casas en las que normalmente no las hay. Esto no implica que se consuman con asiduidad estas bebidas en el ambiente doméstico, ya que en más de la mitad de los hogares (56 por ciento) no se consume ninguna bebida con regularidad.

El 84 por ciento de los hogares suele tener bebidas de baja graduaciónlas más frecuentes son la cerveza (75 por ciento) y el vino (68 por ciento). Entre las bebidas de alta graduación, las más implantadas son el whisky (56 por ciento), coñac (42 por ciento), licores (40 por ciento), ginebra, anís y pacharán (35 por ciento).

La bebida alcohólica con menor presencia en los hogares madrileños es el vodka (15 por ciento), aunque también resulta llamativa la escasa presencia del jerez (23%), por debajo incluso que la del ron (26%).