Desde la tarde del día 5 hasta la noche del 6 de enero, los madrileños comprarán alrededor de 1 millón de kilos de roscón, lo que supone una media de 250 gramos por persona.

Según los pasteleros, las piezas preferidas por los consumidores son las de 750 gramos y un 25 por ciento de los compradores se inclinan por el producto relleno de nata o trufa.

Los precios no han experimentado este año variaciones ostensibles con respecto a los del año pasado, de forma que el kilo d roscón cuesta unas 2.000 pesetas.

Por otra parte, la Asociación de Empresarios de Pastelería de Madrid ha mostrado su preocupación "por la venta de roscones de baja calidad procedentes de elaboraciones realizadas en fechas muy anteriores a su puesta en venta, siguiendo un proceso de congelación, aunque se comercilice después como producto fresco", según un comunicado de la entidad, en el que alerta también de la baja calidad de los productos que se venden "de forma masiva en algunas grandes superficis".

Según la tradición histórica, el roscón de Reyes nació en Francia durante el reinado de Luis XV y su composición permanece inalterable con el paso de los años.