Utrilla manifestó hoy a Servimedia que muchos de los que utilizan el albergue municipal de San Isidro, abierto todo el año, son enfermos mentales que deberían tener plaza en psiquiátricos.

Eso hace que otros vagabundos con problemas mentales menores lleguen a empeorar tras convivir con los que están más graves. Sin embargo, según la edil, los jueces se resisten a dar la incapacidad por la mala fama de los psiquiátricos.

"Hubo la teoría de que os hospitales psiquiátricos no era el sitio más adecuado, que era la integración en la familia ¿Qué ocurre? Que muchos de ellos no tienen familia; están totalmente desconectados. La familia ha desconectado con ellos o ellos con la familia y no hay nadie que les pueda atender", señaló Utrilla. "Tendrían que tener un sitio adecuado para ellos, y no existe".

Asimismo, Servicios Sociales le muestra a Carmena en la misma carta en la que pide hablar de la incapacidad su interés por abordar la cuestión de lo menores, en la que intervienen la Comunidad de Madrid (CAM) y el Ayuntamiento, la policía y los jueces, sin olvidar a la familia.

EL METRO SE ESTRENA

Por otra parte, 12 'sin techo' pernoctaron anoche en la estación de Metro de Atocha, en la segunda noche que funciona ese servicio pensado para los indigentes. La noche anterior no fue nadie.

Los distintos albergues están al 100% (San Isidro), 97% (el Pabellón de Mayorales de la Casa de Campo) y 85% (los de San Martín de Porres y San Juan de Dios de la Iglesia).

Asimismo, la concejalía tiene un acuerdo con el Metro y la organización Solidarios para el Desarrollo, de estudiantes universitarios, para atender a los vagabundos que se quedan en el Metro e incluso a los que prefieren la calle.

Solidarios para el Desarrollo vigilan dos trayectos callejeros en los que proporcionan café y bocadillos a los indigentes. Un recorrido va de Atocha a Callao y el otro de Moncloa a Gran Vía.

Utrilla señaló que en las fechas de Navidad siempre llegana Madrid numerosos 'sin techo' para pedir limosna procedentes de otras ciudades y luego vuelven a sus lugares de origen, por lo que en esas fechas aumentan los vagabundos que pernoctan en la calle, el Metro y los albergues.