Luis Eduardo Cortés acudió a los talleres centrales del Metro de Madrid situados en Canillejas, desde donde partieron las nuevas unidades 2000 para prestar servicio en distintas líneas del Suburbano.

El consejero explicó que "estos nuevos coches se incorporan a los 1.342 existentes en al red actual del transporte suburbano y permitirán retirar progresivamente los trenes más antiguos de la red (modelo 1.000, conocidos por su olor rojo)".

Esta renovación del material móvil del Metro se une a la que se acometerá en los próximos meses, una vez terminada la fabricación de los nuevos trenes del Metrosur y de la línea 10, modelo 7.000.

Cortés anunció además, que "en los próximos días se incorporarán a este servicio de transporte otros 4 trenes más, dotados con un total de 8 vagones".

Los nuevos trenes están dotados de un sistema de seguridad ATP-ATO, cuentan con radioteléfono, megafonía, interfono, anunciador de estacones, aire acondiconado y tres sistemas de frenado.

Cada uno de los vagones tiene capacidad para 20 personas sentadas y otras 125 de pie. Su velocidad máxima es de 65 kilómetros por hora.