La guía ha sido proyectada y redactada por la Agencia Antidroga y por la Asociación de Asistencia Médica e Investigación Clínica (AAMIC), especializada en temas de salud, además de contar con el patrocinio de Oral-B y el Grupo Bristol-Myers Squibb.

Cabrera destacó que éste es el primer manual de estas características editado en España, un vacío que era urgente rellenar porque, según explicó, "es probable que el 100% de los pacientes drogodependientes afectados por la infección VIH preseten algún tipo de alteración oral crónica durante el transcurso de la enfermedad".

La mala salud dental de los drogadictos con sida suele obedecer al abandono del cuidado personal, a la reducción del flujo salival que ocasiona el consumo de opiáceos y al debilitamiento del sistema inmunológico.

Cabrera explicó que uno de los principales problemas es "el desconocimiento de los dentistas sobre la medicación que consumen sus pacientes drogodependientes o de la situación de su sistema inmunológico, pr lo que les pueden recetar fármacos que les ocasionen problemas cardiacos o respiratorios y que pueden incluso llegar a causarles la muerte".

El riesgo de administrar a estos enfermos una medicación inadecuada se multiplica "por el frecuente rechazo de los enfermos a declarar su drogodependencia o su infección VIH", afirmó Cabrera.

Resaltó la necesidad de crear talleres de Salud Dental en cada uno de los centros de atención a toxicómanos dependientes de la Comunidad de Madrid, siguiendo el ejempo del que funciona actualmente en el centro de Chinchón.