Esta tendencia refleja un aumento en la compra de bienes de larga duración, y dentro de éstos un cambio en las decisiones de compra de productos de consumo a bienes de inversión, especialmente en el mercado inmobiliario.

La compra de coches tuvo un crecimiento más sostenido, que se mantuvo por encima de la cifra de septiembre de 1997, y el crecimiento en la venta de productos de menor valor relativo, como muebles y electodoméstico, fue más moderado.

Por lo que se refiere al comportamiento del consumidor, la encuesta realizada por la Cámara Oficial de Comercio de Madrid muestra que es expansivo con respecto al consumo en un 60 por ciento de los casos. El porcentaje es del 40 por ciento en el caso de las familias de menor capacidad adquisitiva y del 69 y 60 por ciento en las de clase alta y media-baja, respectivamente.