Los requisitos que se les exige a los inmigrantes para obtener una plaza en el centro es ser adultos, sin menores a su cargo y con la necesidad perentoria de alojamiento. Allí se les ofrece un lugar donde dormir, manutención, ropa si la necesita, acompañamiento social, clases de español y orientación e información para la búsqueda de empleo.

El centro de acogida cuenta con siete monitores de ambos sexos que dominan entre todos veinte idiomas para facilitar la integración de las personas que llegan allí y desconocen en su mayoría la lengua española.

Las instalaciones del centro, ubicado en la Casa de Campo, pueden albergar a 60 personas, (36 hombres y 24 mujeres), más otras 10 personas para casos de emergencia, que sólo pueden ser ocupads durante tres noches seguidas.

En los últimos años se ha producido un aumento de ciudadanos del Este de Europa sobre todo búlgaros, ucranianos y rusos que suelen ser los mejor preparados cultural y laboralemente. Abundan, además, los licenciados universitarios, sobre todo en carreras técnicas como ingenierías. Les siguen a distancia marroquíes, ecuatorianos, colombianos y chilenos.

La media de estancia en el centro suele rondar los dos meses, aunque las mujeres permanecen menos tiempo en el cento porque son el colectivo que se incorpora con mayor facilidad al mercado laboral, debido a la gran oferta que existe en el servicio doméstico. Las estadísticas indican también que el nivel de ocupación que se consigue se sitúa casi en el cien por cien.