Según un informe de la Asociació Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), los campos de golf de la comunidad madrileña gastan la misma cantidad de agua que utiliza una población de 121.617 habitantes, censo al que no llegan muchas capitales de provincia.

Santiago Martín Barajas, portavoz de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda), manifestó a Servimedia que "en Canarias les están quitando el agua de beber a las personas para dárselo a los campos de golf".

Canarias es, junto a Andalucía, Baleares, ataluña y Valencia, una de las comunidades en las que la Secretaría General de Turismo promocionó el denominado "turismo de golf" durante 1992 con la inversión de 400 millones de pesetas, ya que los otros 500 millones los aportaron las comunidades autónomas afectadas, según confirmaron a esta agencia fuentes de la citada secretaría general.

Precisamente, son Canarias, Baleares, Madrid y la Costa del Sol las zonas de España que, según Santiago Martín, más sufren las consecuencias de la práctica de estedeporte, ya que el agua suele escasear en ellas.

En Madrid la mayoría de los 14 campos que existen se abastecen de aguas subterráneas, una de las alternativas que está utilizando el Canal de Isabel II para satisfacer las necesidades de la población.

En la Costa del Sol, el consumo anual estimado de las instalaciones deportivas supera los 35.000 millones de litros de agua potable.

Ante esta situación, Izquierda Unida ha solicitado en Andalucía y Madrid que estos recintos utilicen agua residua depurada para el riego, lo cual produciría una importante reducción en el consumo de agua potable.

En la Comunidad de Madrid los campos de nueva construcción deberán tener en cuenta esta premisa y utilizar agua reciclada para el riego.