MADRID. LA CAM PRESENTA UN MANUAL SOBRE VIAS CICLISTAS PARA AUMENTAR LA SEGURIDAD DE ESTE DEPORTE
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El vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes de la Comunidad de Madrid (CAM), Luis Eduardo Cortés, presentó hoy el primer manual de la región sobre la plnificación y construcción de vías ciclistas, un conjunto de requisitos que pretenden mejorar la seguridad en la práctica de este deporte y responder a la demanda social del ciclismo, incrementada durante los últimos años.
Cortés destacó que la utilización de la bicicleta en Madrid se ha incrementado en los últimos años por factores diversos, como el interés creciente que ha despertado este deporte o la introducción de la llamada bicicleta de montaña, y pronosticó un aumento mayor al existir una demand latente que espera condiciones más cómodas y seguras para practicar el ciclismo en sus distintas modalidades.
Por este motivo, la Dirección General de Carreteras, dependiente de la Consejería de Obras Públicas, ha elaborado esta normativa, que parte de un análisis de las dimensiones de cada bicicleta como base para establecer la anchura de las vías ciclistas, donde se tiene además en cuenta el espacio necesario para que el deportista pueda hacer maniobras.
RECOMENDACIONES
El manual recoge las rincipales recomendaciones para construir vías ciclistas seguras, que pasan por establecer en aquellas unidireccionales un mínimo de 1,5 metros de anchura, aunque se aconseja aumentarla hasta 2 metros, mientras que las de dos sentidos deben tener 2 metros de ancho como mínimo. No obstante, la situación óptima se sitúa en los 3 metros.
Cortés detalló que también se regulan las holguras entre el ciclista y los posibles obstáculos que encuentre en su recorrido, de tal forma que éstos deben estar al menosa 0,5 metros de distancia del deportista si son discontinuos, como árboles o farolas, o a 0,75 si son continuos. Al mismo tiempo, se recuerda que, cuando la vía ciclista discurra junto a una banda de aparcamiento en línea, debe reservarse una distancia mínima de 0,8 metros y recomendada de 1 metro para permitir la apertura de las puertas de los vehículos sin peligro para los ciclistas.
El vicepresidente explicó que estas reglas se refieren también a los radios de giro, con el fin de que el ciclista toe las curvas cómodamente, estableciéndose la obligatoriedad de señalizar como peligrosas las curvas por debajo de los 3 metros de radio.
Asimismo, no se aconseja la construcción de trazados que superen en un 5 por ciento de pendiente ascendiente ni tramos de más de 4 kilómetros con rampas superiores al 2 por ciento o de más de 2 kilómetros con rampa superiores al 4 por ciento, aunque para distancias cortas pueden mantenerse pendientes del 7 por ciento.
TIPOS DE CICLISTAS
La normativa distingue ambién los distintos tipos de ciclistas que, a posteriori, utilizarán las vías en construcción. De esta forma, se clasifican en urbano cotidiano (los que se desplazan por motivos de trabajo en trayectos de entre 3 y 8 kilómetros); urbano y periurbano recreativo (que buscan con recorridos de entre 5 y 12 kilómetros un ejercicio suave); recreativo de día no laborable (que practican este deporte a lo largo de entre 20 y 40 kilómetros); cicloturista de medio o largo recorrido (que se desplazan entre 40 y 80 kiómetros); deportivo de montaña (que realizan un ejercicio intenso en parajes naturales con recorridos de entre 30 y 50 kilómetros), y deportivo de carretera (que se decantan por el ejercicio intenso al aire libre en trayectos de entre 50 y 120 kilómetros).
También se establece una tipología de vías ciclistas, que van desde las pistas-bici (segregadas del resto de medios de transporte motorizados y de los peatones); carriles o arcenes-bici (que forman parte de la calzada en vías destinadas a vehículos) aceras-bici o sendas-bici (que excluyen el tráfico motorizado), y vías mixtas o compartidas con el tráfico.
En las primeras, las pistas-bici, independientes del tráfico peatonal y rodado, se establece la obligatoriedad de que la anchura mínima será de 2 metros, si es unidireccional y de 3 metros, si es bidireccional. En los carriles-bici y arcenes-bici, que aprovechan parte de la calzada como espacio reservado para la circulación de bicicletas, se recomiendan anchuras de entre 1,5 y 2 metros con una ranja de resguardo mínima de 0,8 metros y aconsejable de 1 metro respecto a los vehículos aparcados. No se aconseja la construcción de carriles-bici bidireccionales por su peligrosidad.
En el caso de las aceras-bici, que están segregadas de la calzada pero superpuestas a la zona peatonal, se obliga a que no se construyan a expensas de los peatones y se establece una anchura de 2 metros si son unidireccionales y de 2,5 a 3 metros sin son de doble sentido. Por último, las sendas-bici suelen transcurrir n espacios no urbanizados o parques, por lo que se recomienda construirlas siempre en dos sentidos con una anchura de 2,5 metros, dejando 1,5 metros para los peatones. Por último, las vías mixtas se regularán según el tipo de vía intentando que se incremente la seguridad del ciclista con medidas como la utilización de un material antideslizante que evite la desestabilización de los ciclistas.
GLORIETAS
Respecto a las glorietas, Cortés destacó la importancia de su diseño, por influir directamente en a accidentalidad. Así, se considera que las glorietas convencionales, esto es, las que no tienen espacio especializado para la circulación de bicicletas, son adecuadas para intersecciones utilizadas por menos de 8.000 vehículos al día.
Las glorietas con carril-bici se consideran apropiadas cuando las vías que desembocan en las mismas disponen de carriles-bici y el volumen de automóviles está comprendido entre los 8.000 a los 12.000 diarios. En cuando a las glorietas con pista-bici o acera-bici, se recmiendan cuando por los cruces pasen más de 12.000 vehículos al día.
Además, se establece que cuando las vías ciclistas tengan que atravesar una autovía o cualquier carretera de alta capacidad, se deben instalar pasos a nivel, bien mediante túneles o puentes.
Junto a estas medidas, también se reflejan los tipos de firmes y pavimentos más adecuados según el tipo de vía ciclista, así como la señales horizontales y verticales que deben colocarse, su tamaño y regulación. Esta normativa se completa conlas obligaciones sobre la iluminación de vías ciclistas y sobre el ajardinamiento de las mismas.
Por último, se recuerda que los aparcamientos de bicicletas deben estar presentes en la proximidad de todo tipo de vías ciclistas y situados en lugares estratégicos, y que deben crearse áreas de descanso en las pista-bici o sendas-bici de unos 60 metros cuadrados de extensión para permitir el descanso al ciclista.
(SERVIMEDIA)
11 Sep 2001
CAA