Con este objetivo, el Gobierno regional ha realizado en 2001 un ciclo de actividades formativas para empleados públicos al servicio de la Administración de Justicia en la Comunidad de Madrid, que viene a sumarse a otras iniciativas con est mismo objetivo.

La consejera de Justicia y Administraciones Públicas, Paz González, manifestó en el acto de clausura de este ciclo 2001 que "la cualificación de los empleados públicos es directamente proporcional a la excelencia y eficacia de los servicios públicos, especialmente de uno tan delicado como lo es en la actualidad el de la justicia."

Por tal motivo, y a través de la suscripción de diversos convenios, la Comunidad de Madrid viene impartiendo formación a todos y cada uno de los colectvos profesionales relacionados con la Justicia que, según González, "han alcanzado en estos tres últimos años y de manera acumulada al 22% de la plantilla existente, entre oficiales, auxiliares, agentes judiciales y personal laboral."

Con el objetivo de coadyuvar en la formación de los empleados públicos de la Administración de Justicia en la Comunidad de Madrid, el Gobierno regional ha organizado desde 1999 un total de 29 actividades formativas, entre jornadas, cursos y seminarios diversos, abarcandoamplias materias de naturaleza jurisdiccional, de gestión administrativa, de informática o de atención al ciudadano, que han sido impartidas por cualificados profesionales de la Magistratura, de la Abogacía del Estado, de la Administración de Justicia, de la Fiscalía y de la propia Administración autonómica madrileña.

1.369 PLAZAS

Según señaló la consejera, "la apuesta por la formación se refleja no sólo por el importante número de actividades formativas desarrolladas y por la extraordinaria calidaddel profesorado, sino también por la cifra de plazas que han sido ofertadas desde el comienzo de los cursos y que han alcanzado un total de 1.369 en el período 1999-2001, de las cuales 420 corresponden al Programa de Actividades Formativas 2001".

Asimismo, la consejera ha destacado dos aspectos sobresalientes de dichos cursos de formación. Por un lado, los contenidos didácticos y eminentemente prácticos de las actividades y el hecho significativo de que los mismos hayan sido consensuados con los sindiatos más representativos; y, por otro, la excelente valoración que han merecido los cursos a juicio de los participantes y beneficiarios de los mismos, como se desprende de los resultados de las encuestas realizadas acerca de su contenido, el material didáctico entregado o la labor de los docentes.