Esta medida irá acompñada de una campaña de vigilancia coordinada de nidos para evitar expolios, en la que participarán el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y la Fiscalía de Medio Ambiente de la CAM.

Según Seo/BirdLife, el año pasado se demostró la eficacia de las pruebas de ADN, ya que en mayo esta organización denunció el robo de dos pollos de un nido próximo a Madrid. Las investigaciones de la Guardia Civil concluyeron con el registro de la finca "La Pangía", en Guadalajara, propieda de José García Martínez, donde se encontraron cinco pollos de halcón peregrino supuestamente criados en cautividad.

Dos de los pollos, cuyo grado de desarrollo físico coincidía con el de los ejemplares sustraidos del nido, estaban marcados con anillas que presuntamente correspondían al cetrero y presidente de la Asociación Española de Halconeros, Sabino Santos.

El Juzgado de Guadalajara ordenó comprobar si existía parentesco entre estos pollos y los que quedaban en el nido, para lo cual se hicieon los análisis de ADN a uno de los pollos silvestres que permanecían en el nido.

Las pruebas coincidieron con el de las muestras de sangre tomadas a los dos pollos localizados en "La Pangía", por lo que Seo/BirdLife mantiene que las similitudes del código genético de los tres pollos demostraban que eran hermanos.

La organización conservacionista mantiene que las pruebas de ADN permitirán detectar los pollos robados, ya que los ejemplares que se encuentren en el nido o los alrededores ayudarán a eterminar si existe parentesco. La participación de la Guardia Civil y la Fiscalía de Medio Ambiente asegurará la validez legal de las pruebas en aquellos procesos en los que se aplique el nuevo Código Penal.