La primera de las intervenciones tuvo lugar minutos antes de la una de la madrugada en el viaducto. Tras ser avisados, los bomberos encontraron a una persona subida en uno de los pilares centrales del puente, al que se encaramó tras haber saltado la mampara de cristal y la barandilla.

Los bomberos colocaron un colchón de salvamento en la calle Segovia y mientras tanto intentaron convencerle para que regresara al otro lado de la barandilla, lo que hizo finalmente. En ese momento, vrios bomberos saltaron sobre el frustrado suicida y le redujeron, entregándole a continuación a la policía.

Según informaron fuentes de los bomberos, la causa del suceso pudo haber sido la bebida y el afán de protagonismo del hombre, ya que no es la primera vez que realiza una acción de este tipo.

Dos horas más tarde, hacia las 3,15, los bomberos fueron avisados de nuevo ante la presencia de un presunto suicida en la calle Ventisquero de la Condesa, en el distrito de Fuencarral. Se trataba de un oven de 21 años que estaba subido en lo más alto de un muro de separación de fincas, de unos 4 metros de altura.

Miembros del Samur y de la Policía trataron de calmarle, mientras los bomberos instalaban un colchón de rescate. A continuación, del jefe de dotación subió al lugar donde se encontraba el joven y le convenció para que bajara.

Una unidad psiquiátrica del Samur se hizo cargo de él y le trasladó al Hospital la Paz, de donde se había fugado. La causa de este suceso podría haber sido el conumo de sustancias estupefacientes.