Los inspectores de Consumo verificarán durante todo el verano que la calidad de los artículos rebajados corresponde a la oferta anunciada, el correcto etiquetado, la debida diferenciación de los artíulos rebajados de los saldos y la exposición del precio inicial con el rebajado.

Además vigilarán que los comercios admitan devoluciones por causas justificadas y el uso de las tarjetas de crédito sin que suponga un recargo sobre los precios rebajados.

El decálogo del consumidor del Ayuntamiento para las épocas de rebajas aconseja no comprar artículos innecesarios, comparar precios, exigir justificante de compra y el derecho a pagar con tarjetas de crédito si el establecimiento las admite habituamente, comprobar el correcto etiquetado, con el precio bien expuesto, y reclamar el cambio o devolución por causas justificadas.

Los consumidores madrileños podrán hacer consultas o reclamaciones relacionadas con las rebajas estivales en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), ubicada en el número 83 de la calle Mayor.