Un total de 86 centros culturales, distribuidos por los 21 distritos de la capital, constituye la infraestructura a través de la cual el Ayuntamiento trata de satisfacer las inquietudes formativas de los madrileños.

La oferta incluye casi medio centenar de actividades que se han ido adaptando a la demanda del público. Hoy día los clásicos alleres de pintura alternan con técnicas de relajación. La irrupción de la cibernética convirtió a los talleres de informática en la actividad reina.

También la multiculturalidad ha ejercido su influencia y el ciudadano puede apuntarse a clase de capoeira, un baile brasileño, o a un curso de ritmos africanos. Si hace años la novedad la aportaba la restauración de muebles y el aeróbic, más tarde se abrieron paso las técnicas orientales como el taichi. El periodo de matriculación comienza en septiembre,y el curso el 1 de octubre.