La campaña ha durado dos meses y se han inspeccionado 232 establecimientos, incluidas peleterías y secciones de los centros comerciales y grandes superficies.

Como resultado se han levantado 60 actas de inspección. Las irregularidades más sigiificativas, tanto en artículos de confección como en productos de marroquinería, se refieren al etiquetado.

La ausencia total de etiquetado y la falta de datos sobre composición de la prenda son algunas de las deficiencias que no siempre son imputables al establecimiento de venta, sino al fabricante o al importador.

En uno de cada cuatro establecimientos visitados no se exhibía el precio del artículo expuesto en los escaparates, y en el 18% de los casos es práctica habitual no entregar un documeno acreditativo de la operación efectuada.

Según el concejal de Salud Pública, Simón Viñals, se ha observado "una sensible mejoría en este sector respecto a años anteriores".