La circunvalación M-30 es competencia del Ministerio de Obras Públicas, pero la regulación del tráfico corre a cargo del Area de Tráfico del ayuntamiento.

La vía tiene fijada una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora, pero es habituamente superada por los conductores en las 'horas valle', cuando el tráfico es fluído.

Esta medida, complementaria de los actuales radares móviles, debe ser puesta en práctica, de acuerdo con el Reglamento de la Ley de Seguridad Vial, acompañada de la correspondiente notificación 'in situ' al infractor, obligándole los agentes a detener el vehículo.