El convenio afectará, en principio, a los barrios de Bellavista (Tetuán), Lavapiés (Centro), San Isidro (Carabanchel), Pan Bendito (Carabanchel), Almendrales (Usera)y San Cristóbal (Villaverde), al ser los que más concentración de población extranjera registran, aunque se pretende que al final de la legislatura haya "mediadores vecinales interculturales" en todos los distritos.

La población extranjera ha crecido en los últimos cuatro años un 330,20% en Madrid capital, lo que aumenta de manera sustancial las necesidades de vivienda, sanidad, educación o trabajo en los barrios más afectados por este flujo migratorio.

Prisciliano Castro manifestó que el trabajode los mediadores sociales debe centrarse en conseguir que los "viejos vecinos" respeten las distintas culturas que entran a formar parte de sus barrios, y que los "nuevos vecinos" entiendan que existen unas normas de convivencia que rigen a la comunidad.

Por su parte, Ana Botella destacó que esta iniciativa se centra en los barrios porque "el barrio es el primer espacio donde debe articularse la convivencia".

Entre los cometidos de los "mediadores vecinales interculturales" figuran favorecer el cercamiento entre inmigrantes y población autóctona, fomentar la participación, facilitar el acceso a servicios públicos y a la red de servicios sociales municipales y prevenir y resolver conflictos y actitudes xenófobas, entre otros.