Según estas organizaciones, la intención de la compañía ferroviaria es desmantelar el museo mediante la distribución de las piezas del patrimonio histórico ubicadas en su exterior entre otrosmuseos ferroviarios, "algunos inexistentes".

La FRAVM aseguró que, por ejemplo, está previsto enviar algunas de estas piezas al "inexistente" museo ferroviario de Zaragoza o al de Valencia, en proyecto. Otras piezas, siempre según la FRAVM, serían repartidas entre los patronos y consejeros de la Fundación de los Ferrocarriles y entre coleccionistas particulares.

A juicio de la FRAVM, "tras la decisión se esconde una nueva operación especulativa de Renfe en los terrenos del ámbito de la estación d Delicias y hasta el Parque Tierno Galván (unos 60.000 metros cuadrados) y entronca con el recurso interpuesto contra la modificación del Estatuto de Renfe por los sindicatos CCOO, UGT y SEMAF, quienes se oponen a las modificaciones y desmantelamiento del patrimonio de dominio público de la compañía estatal".