Según indica la FRAVM en un comunicado, las denuncias sobre el irregular funcionamiento de Valdemingómez han sido acalladas siempre por el ayuntamiento, que con mediciones "presuntamente correctas" quería demostrar que las emisiones tóxicas estaban en los niveles permitidos.

La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos ha exigido al ayuntamiento la revisión de los otros dos hornos, con el fin de evitr riesgos para los ciudadanos, y ha pedido que se realice un estudio epidemilógico sobre la población para conocer la situación real.

Finalmente, la FRAVM exigió políticas de gestión de residuos sostenibles, basadas en la reducción, reciclaje y reutilización, como única alternativa posible a la incineración de basuras.