El plan costará más de 133.000 millones de pesetas, 98.400 de los cuales corresponden a infraestructuras y 34.800 a material móvil.

Las actuaciones más llamativas son el tren a Barajas, el rama a Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, la remodelación de los intercambiadores de Recoletos, Chamartín y Méndez Alvaro, la construcción de una variante en la línea C-2 desde Entrevías y el aumento de la capacidad del túnel Atocha-Chamartín.

Con este plan, el MOPTMA pretende canalizar la movilidad madrileña hacia el transporte colectivo, y en especial al tren de cercanías, ya que la tendencia apunta a un crecimiento superior al actual en los desplazamientos desde la corona metropolitana hacia el cntro de Madrid.

El tren a Barajas partirá de Chamartín, donde conectará con el 'tubo', como se llama el túnel Chamartín-Atocha. Desde Chamartín hasta el aeropuerto hay tres trazados alternativos, actualmente en estudio.

Una posibilidad es que la vía siga junto a la futura autopista Madrid-Guadalajara; la segunda, un trazado más directo, y la tercera, que bordee por el sur el futuro parque de Valdebebas.

El plan supone la construcción de 13 nuevas estaciones en la periferia municipal o metroplitana de Madrid. Este plan de Cercanías, el segundo de Madrid, viene a completar el anterior, que ha hecho aumentar la demanda un 85 por cien entre 1989 y 1994.