Según Aedenat, la práctica del moto-croos es una de las principales agresiones que actualmente sufren los montes madrleños, ya que ha proliferado notablemente en los últimos años y se realiza sin ningún tipo de control.

Aunque la Ley Forestal de la Comunidad de Madrid prevé sanciones para quienes practican esta actividad, los agentes forestales y del Seprona persiguen a los infractores con escasa eficacia, ya que en la mayoría de los casos los motoristas huyen, precisamente campo a través.

Con la propuesta de la organización ecologista se pretende que aunque los infractores salgan huyendo se les pueda identificr y denunciar con facilidad, lo que, a su juicio, llevaría a la erradicación de estas agresiones al medio ambiente.

La degradación ambiental derivada de la práctica del moto-cross se produce en forma de contaminación acústica, erosión del suelo, apertura de pistas en áreas de gran valor ecológico o molestias a la fauna más sensible de la zona, entre otras.