Se trata, si no de la mejor estación de autobuses del mundo, según Sánchez Caro, sí de "una de las primeras" por tamaño, diseño, ubicación y calidad de sus materiales.

La nueva estación está muy cerca de la M-30 y a un paso del Nudo Supersur, con la particularidad de que los autobuses saldrán a la calle Méndez Alvaro desde una rampa subterránea.

La obra, que ha supuesto una inversión de 3.000 millones, consta de un total de 65 dársenas, 5 de las cuales son para autobuses articulados. Además, posee 29 plazas de aparcamiento para regulación de autobuses.

"No es tanto el número de dársenas", subrayó la presidenta de la estación, "como la distribución y la organiación del edificio". También cuenta con 293 plazas de aparcamiento para turismos.

La nueva estación tiene capacidad para dar servicio a unos 1.500 autobuses diarios, es decir, unos siete millones de viajeros al año.