Entre las deficiencias detectadas, destaca el incumpliento de la información que los locales abiertos al público deben ofrecer al consumidor.

En el 85,6 por iento de los establecimientos el etiquetado está en lengua extranjera o es incompleto; el 64,6 por ciento, el manual de instrucciones no está en castellano; y en el 23,5 por ciento no se exhiben adecuadamente los precios de venta al público de los artículos del escaparate.

En algunos de estos locales, caracterizados por tener una gama de productos al mismo precio o precios inferiores en productos electrónicos, no entregan factura cuando se solicita, lo que impide la devolución del productos ante cualqier defecto.

Esta campaña de inspección se puso en marcha el pasado 1 de marzo y ha finalizado en junio. Según el Ayuntamiento, "la evaluación de los datos recogidos por los inspectores de consumo reflejan un alto grado de incumplimiento". La campaña ha incluido una labor de información a los comerciantes para que subsanen los defectos encontrados.