Este sistema de extinción de incendios consiste en la instalación de un grupo de bombeo de agua a alta presión que es enviada al equipo o al elemento que se quiere proteger, a través de tuberías de acero inoxidable y proyectada, de forma nebulizada, mediante cabezas atomizadoras con presiones de trabajo máximas y estratégicamente distribuidas.

Según las mismas fuentes, "la prncipal ventaja de este novedoso sistema es la de basarse en un medio protector barato, limpio, ecológico, de fácil mantenimiento y mínimo coste de reposición como es el agua".

El Metro de Madrid ya realizó en 1996 una primera instalación prototipo en la estación de Cruz del Rayo, realizándose diversos simulacros y pruebas que constataron la eficacia del sistema. Posteriormente, en 1997, comenzó su instalación en las escaleras mecánicas y locales de las 21 estaciones de la línea 6. Su puesta en servici está prevista para antes de que finalice 1998.

El Metro ha llegado a un acuerdo con la empresa que realiza los trabajos de instalación de este sistema, para que la mayor parte del sistema eléctrico y electrónico de control de extinción de incendios sea desarrollado por Metro.

Por esta razón, Metro se encargará de su fabricación, "pasando a ser pioneros y autosuficientes en la implantación de un sistema que hasta hace muy poco tiempo sólo se utilizaba en la industria naval", dijeron las fuentes ctadas.