Un equipo de investigadores del Respiratory Sciences Center de Tucson, Arizona que centró su estudio en un grupo de 1.200 bebés sanos a los que realizaron pruebas a los seis, nueve, once y trece años de edad, descubrió que los hijos de madres asmáticas presentaban un riesgo significativamente superior de desarrollar problemas de asma si, siendo bebés, fueron exclusivamente alimentados con leche materna.

Las razones parecen encontrarse en la presencia de determinadas sustancias químicas en la leche materna que pueden afectar al sistema inmunológico de los pequeños, favoreciendo a aparición de los problemas asmáticos, según concluye el informe.

Los investigadores precisan que la leche materna, rica en nutrientes esenciales que evitan la aparición en el bebé de infecciones, problemas respiratorios y diarreas, protege generalmente contra la presencia de asma en los primeros meses de vida. Sin embargo, si las madres son asmáticas, la leche materna incrementa, por el contrario, el riesgo de que los niños desarrollen la enfermedad.