MADRAZO: "ZAPATERO HA DEMOSTRADO QUE SABE ARRIESGAR, AHORA LE TOCA DECIR 'SÍ' AL DERECHO A DECIDIR"
- Considera que Batasuna debe "desmarcarse de la violencia por imperativo ético y moral"
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El coordinador de Ezker Batua y consejero del Ejecutivo vasco, Javier Madrazo, recalcó hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "ha demostrado que sabe arriesgar, y ahora le toca dar el 'Do de pecho' diciendo sí al derecho a decidir".
En un desayuno informativo en el Fórum Europa, Madrazo apuntó que, "Zapatero ha sido valiente para autorizar el diálogo con la izquierda 'abertzale' y con ETA, y es un acto de justicia reconocerlo. Ahora hace falta que sea igualmente valiente para abordar en una mesa de normalización política el derecho a decidir".
"Este es un reto que el presidente del Gobierno no podrá eludir porque es imprescindible en el proceso de normalización política. Es condición 'sine qua non', no porque lo reclame Ezker Batua o el 'lehendakari', Juan José Ibarretxe, es una condición 'sine qua non' porque lo reclama la sociedad vasca", prosiguió.
En su opinión, "no es un precio político a ETA, ni tan siquiera una concesión a la izquierda 'abertzale', es un derecho legítimo de todas y cada una de las personas que vivimos en Euskadi", y una demanda que ha estado tradicionalmente vinculada a la izquierda, "incluso a la historia del socialismo moderno".
Madrazo anunció su respaldo a "todos y cada uno de los pasos" que dé el jefe del Ejecutivo: "primero, hablar con ETA, segundo, promover una política penitenciaria justa y el acercamiento de las personas presas a sus lugares de origen; tercero, para iniciar un diálogo oficial con Batasuna; cuarto, derogar la Ley de Partidos por antidemocrática; quinto, la constitución de una mesa plural de partidos".
"Sólo nos falta el sexto paso, y no es otro que el reconocimiento del derecho a decidir, su incorporación al ordenamiento jurídico y su ejercicio mediante consulta popular", reiteró, porque en un escenario de cese de la violencia "no puede, ni debe, haber temas tabú".
Para ello, basta con aplicar el artículo 149,1 de la Constitución e incorporar una disposición adicional al Estatuto de Gernika para que el Ejecutivo vasco pueda autorizar la convocatoria de referéndum, una opción que es "viable y constitucional"
REFERÉNDUM CON GARANTÍAS
En su opinión, no hay que tener miedo a que un pueblo maduro decida su futuro, y un referéndum no generaría "inestabilidad" si se hace con garantías para el Estado -como exigir una mayoría cualificada y una pregunta clara- y para Euskadi, como "obligar al Estado a que se siente a negociar", lo que no significa un "trágala".
Esta vía podría aceptarla "incluso el PP si actuara con altura de miras y visión de Estado", aseguró. "Ojalá Mariano Rajoy sea capaz de imponer la cordura en el PP, girando hacia posiciones más maduras, más sensatas y más flexibles" y no optar por la "extrema derecha", porque la sociedad española y vasca demanda que se implique en el proceso y participe en la mesa de diálogo político.
En cuanto al calendario del proceso, considera que en verano deben abordarse el diálogo entre el Gobierno y ETA, porque "unos tienen las llaves de las cárceles y otros las de las armas", y entre todas las fuerzas políticas vascas, "PSE y Batasuna no pueden llevar el diálogo en exclusiva", a fin de sentar en septiembre las bases una mesa de diálogo en la que no puede haber "sillas vacías".
LEGALIZACIÓN
Para ello, la "izquierda abertzale" debe estar legalizada, y las opciones son un cambio de "marca" electoral o lo que sería más conveniente, la derogación de la Ley de Partidos, que considera necesaria, aunque si el Gobierno no accede "jurídicamente" se prevé la posibilidad de levantar la ilegalización en una situación de inexistencia de violencia.
No obstante, considera que sería "deseable que se desmarque de la violencia por imperativo ético y moral, porque hay muchas víctimas inocentes, casi 1.000 asesinados y miles de heridos, y en algún momento tendrá que asumir el fracaso de su estrategia y el dolor que ha generado a la sociedad vasca".
Concluyó que las víctimas merecen "un reconocimiento expreso" tanto moral como político, social, institucional y económico, pero opina que "no deben tener un papel protagonista en el proceso político", porque no son una formación política y tienen posiciones muy diversas.
(SERVIMEDIA)
05 Jun 2006
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