Madrazo tomó la palabra durante la reunión del máximo órgano interno entre congresos para criticar duramente a quienes dentro de IU creen que su presencia en el Ejecutivo de Vitoria junto al Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna perjudica las posibilidades electorales en el resto de España.

A su juicio, quienes piensan así deberían plantearse llevar a cabo un "relevo generacional", deberían detectar las posibes "purgas internas" y deberían pensar si están presentando propuestas a los ciudadanos "a partir de la realidad concreta".

En un discurso duro a la vez que irónico, Madrazo aconsejó al resto de los coordinadores generales que no caigan en un "engaño colectivo" y analicen realmente "por qué de verdad" van bien los resultados electorales en unas federaciones y en otras no.

Defendió que el proyecto que lleva a cabo en el País Vasco busca el "voto de izquierda", propugna una política "pacifista", vadirigido a quienes se sienten identificados con el "vasquismo" en lugar de con el nacionalismo y, sobre todo, apuesta por la "convivencia".

El coordinador general de Navarra, Félix Taberna, compartió la visión del dirigente de Izquierda Unida en el País Vasco al afirmar que "el fenomeno Madrazo no vale para todo" y no puede ser la excusa perfecta a la que recurrir cuando los resultados electorales no son los esperados.

Sin embargo, otros dirigentes discreparon de esa opinión. El coordinador generl de IU de Aragón, Jesús Lacasa, denunció un incidente que sufrió el lunes cuando, en una manifestación de condena del atentado de Sangüesa, fue abucheado y casi sacado de la pancarta contra ETA por la posición que mantiene Madrazo en Euskadi.

Explicó que la respuesta que suelen encontrar en los medios de comunicación y en la calle es que "no es grato pero sí explicable" que la gente les critique, por lo que pidió un análisis en profundidad de este asunto antes de las elecciones generales para que el artido Popular no utilice ese argumento en la campaña.