El 23 de febrero se iniciará en el mismo edificio, que posee dos salas gemelas para vistas -con capacidad para 150 personas- el proceso por la 'Operación Tigris' que instruye la Sección 2ª de la Audiencia Nacional, contra una supuesta red de terroristas islamistas que ayudaron en la huida a implicados en el 11-M.

Así lo explicó hoy el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, que fue el cicerone de los periodistas, durante la visita previa a lainauguración oficial de las instalaciones.

Las nuevas dependencias judiciales de la Audiencia Nacional ocupan cerca de 7.300 metros cuadrados y han costado casi 12 millones de euros, a cuenta de los presupuestos del Ministerio de Justicia.

GRAN AHORR0

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, dijo en la inauguración que este edificio es el ejemplo de que se trabaja para la modernidad de la justicia y que, a pesar de la inversión millonaria, supondrá "un gran ahorro" pero, sobre todo, es la "respuesta a una necesidad".

Los macrojuicios de la Audiencia Nacional antes se celebraban en la Casa de Campo, y "no salían gratis", justificó Bermejo.

Allí tuvo lugar el juicio contra los acusados del 11-M, el macrojuicio de más embergadura de la Audiencia Nacional que se recuerda. Ahora todas esas vistas se trasladarán a San Fernando de Henares porque en la calle Génova, donde está la sede central de la Audiencia Nacional, no hay salas con suficiente capacidad.

Gómez Bermúdez aclaró también que el nuevo edificio tiene una situación privilegiada con respecto a las comunicaciones porque está muy cerca de la cárcel de Alcalá-Meco, del aeropuerto de Barajas y confluyen allí todas las grandes vías de circunvalación a Madrid (M-40; M-50; M-45 y Nacional II).

Según el presidente de la Sala de lo Penal, esto garantiza una mayor seguridad tanto para el traslado de los detenidos cómo para los ciudadanos de Madrid, en juicios contra terroristas o narcotraficantes.

La nueva sede de la Audiencia Nacional es fruto de la remodelación de un antiguo edificio de oficinas perteneciente, en su día, a unos grandes almacenes. Está dotado de todas las salas y despachos necesarios para fiscales, secretarios judiciales, forenses, y dispone de 18 calabozos con aseos independientes.

El rendimiento de los espacios es máximo, la seguridad es extrema y el equipamiento tecnológico y de seguridad incorpora lo más novedoso del mercado, según sus diseñadores, los arquitectos Manuel Jiménez Catalán y su colaborador Juan Luis Vera.