Los hechos que han dado lugar a esta conclusión se refieren al caso de un hombre que fue condenado por la Audiencia Provincial de Barcelona a seis años de prisión por un delito de resistencia a la autoridad, después de enfrentarse a dos agentes policiales en un bar de la ciudad condal, armado con un machete de montañero o de "supervivencia".

La resolución de la Audiencia de Barcelona absolvía al acusado de un delito de tenenia ilícita de armas, decisión que ha sido ratificada por el Supremo, por entender que el machete no figura en el real decreto sobre armas prohibidas.

El Supremo recuerda que el Diccionario de la Real Academina de la Lengua define la palabra machete como "arma blanca, más corta que la espada, ancha, pesada y de un solo filo", y añade que el real decreto relativo a armas prohibidas no incluye como tales a los machetes, sino que habla de puñales y los cataloga como "armas blancas de hoja menor de 11 centmetros, de dos filos y puntiaguda".

Además, señala que el el real decreto sobre armas prohibidas también define como tales "cualesquiera otros instrumentos especialmente peligroso para la integridad física de las personas".

Así, el machete de montañero "podría ser arma peligrosa por propia naturaleza, arma prohibida por definición legal, mas la solución no es tan fácil como a primera vista pudiera ser", agrega el Supremo.

No obstante, el alto tribunal señala que el citado real decreto result ambiguo y genérico, y que los jueces no pueden tener la responsabilidad de considerar como armas peligrosas aquéllas que no están incluidas expresamente en la norma, sobre todo, si tal interpretación perjudica al acusado.

En este sentido, señala que se "crearía una indudable inseguridad jurídica", si los tribunales tuvieran la libertad de determinar por su cuenta qué armas pueden considerarse prohibidas.