En un artículo publicado en el último número de Información Comercial Española, órgano oficial del Ministerio de Comercio y Turismo, De la Dehsa desecha la Europa de dos velocidades por ser ésta una solución rechazada por la mayoría de los países miembros. Concluye que la propuesta más "económica" es la de "tirarse a la piscina y conseguir a corto plazo la moneda única".

Para el actual consejero delegado del Banco Pastor, esta tercera vía no presenta dificultades económicas, sino políticas, en cuanto "plantea graves problemas de soberanía para algunos, y de hegemonía monetaria para Alemania".

En su diatriba contra el Tratado de Maastriht, el hoy consejero delegado del Banco Pastor denuncia la incongruencia de que "por un lado se quiere mantener a rajatabla el principio de subsidariedad y, por otro lado, se debe fortalecer la solidaridad y cohesión económica y social, al tiempo que se profundiza en la idea de la unión económica y monetaria. Ambos son buenos deseos pero no fácilmente compatibles en un verdadero mercado único con moneda única".

Entrando en el fondo de la cuestión, De la Dehesa recuerda que "en la Comunidad Europea el resupuesto comunitario apenas alcanza el 3 por 100 de los presupuestos de los estados miembros, y además un 55 por 100 de ese 3 por 100 se dedica a la agricultura (es decir, beneficia solamente al 3 por 100 de la población comunitaria)".

Volviendo a las incongruencias del Tratado de Maastricht, De la Dehesa pone en duda el principio de que un sistema de tipos de cambio sea incompatible con el mercado único: "La realidad ha demostrado lo contrario. La libertad de movimientos de capital, que es una de ls tres patas del Mercado Unico, ha demostrado ser incompatible con el sistema de cambios semifijos del SME".

De la Dehesa recuerda que "una libertad total de movimientos de capital sólo es compatible con un sistema de tipo de cambio flotantes o con una moneda única".