La legislación luxemburguesa de protección a los animales, que data de 1983, no establece ninguna base legal para emprender medidas activas contra la cría y la comercialización -o detención incluso- de animales peligrsos.

Sólo el artículo 20 de esta normativa hace alusión a la prohibición de "animar" a un can a exhibir un comportamiento agresivo o susceptible de crear peligro, según este rotativo. Jean-Claude Juncker ha manifestado su deseo de que, para el mes de octubre, el país cuente ya con una ley al respecto.