La lumbalgia está considerada como una epidemia global por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, este organismo estima que “el 80% de la población sufrirá un episodio de dolor lumbar a lo largo de su vida”.

Por eso, este año el Día de Mundial la Fisioterapia está dedicado a la lumbalgia, al tratarse de “la principal causa de discapacidad en el mundo, limitando las actividades laborales y de ocio a las personas”, apunta la decana Araujo.

Esto le sucedió a Nuria Cosín, una administrativa madrileña de 48 años que empezó a tener los primeros síntomas de esta afección hace una década y que recuerda aquella época como “algo horroroso”.

Nuria Cosín teletrabajando desde su casa | Foto cedida por Nuria Cosín

“La lumbalgia, especialmente al principio, te incapacita para casi todo", relata Nuria, en una entrevista a Servimedia. Madre de un hijo (entonces de nueve años) se sentía “incapaz” de jugar con él, poner lavadoras o ir a la compra, y añade que “resulta imposible llevar vida cotidiana normal”.

“Esto me ha pasado factura a nivel mental pues te sientes fatal y entonces te medican. Además, como eres joven no eres candidata para una operación. Y empiezas a peregrinar por las consultas hasta llegar a la Unidad del Dolor”, se lamenta.

Los fisioterapeutas señalan que sólo en España esta afección genera más de dos millones de consultas al año en Atención Primaria. “Estuve un largo periodo de baja laboral en mi anterior empresa y se generó una situación insostenible”. Nuria perdió su puesto de trabajo en la una empresa de automoción, y después, empezó con las sesiones de fisioterapia (una por semana), que le ayudan a relajar la zona lumbar.

De hecho, la lumbalgia es la responsable del 12,5% del total las bajas médicas laborales, suponiendo unas pérdidas cercanas a los 16.000 millones de euros anuales, según el CpfCM.

Nuria hace ejercicios que le han pautado | Foto cedida por Nuria Cosín

El EFECTO ‘NOCEBO’

“Soy una paciente de larga duración y tengo reconocida una discapacidad permanente. A mí me duele la espalda todos los días de mi vida, pero sigo trabajando como administrativa”, asevera.

Un aspecto más que destacan los fisioterapeutas madrileños es la necesidad de evitar el efecto nocebo. “Igual que existe el efecto placebo, existe el efecto ‘nocebo’, de modo que, si te dicen que al realizar una acción vas a tener dolores, con mucha probabilidad acabarás teniéndolos”, aseguran los expertos.

Recomiendan “confiar en la espalda porque la columna es fuerte”. Aunque los ejercicios pueden ser dolorosos al principio, esa molestia mejorará a medida que el paciente recupere la movilidad y su actividad. Lo sabe bien Nuria que con los años ha aprendido que para tratar el dolor lumbar y prevenir que reaparezca, el ejercicio terapéutico, pautado por un fisioterapeuta, es el tratamiento más eficaz. “Siempre voy con mi esterilla a todas partes para hacer mis ejercicios y salgo a caminar a diario, aunque el dolor me pida quedarme tumbada en la cama”.