Lula Da Silva mantuvo un encuentro con diputados y senadores en la Cámara Baja, encabezados por la Presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi.

Rudi pronunció un discurso en nombre de las Cortes Generales, que comenzó con una felicitación al presidente brasileño por la concesión del premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, en reconocimiento a su trayectoria política y personal en defensa de los rabajadores y de lucha contra la pobreza.

La presidenta de la Cámara resaltó las "estrechas y profundas relaciones entre nuestras dos naciones", reflejo de un "afecto e interés mutuos". Agregó que pertenecer a la comunidad iberoamericana "ha contribuido a forjar unas señas de identidad compartidas por nuestras dos sociedades", y un "proyecto común para fortalecer la democracia, el respeto a los derechos humanos y el desarrollo de los pueblos".

Rudi hizo referencia a la necesidad de reforzar la coperación internacional en la lucha contra el terrorismo, especialmente tras los "dramáticos atentados del 11 de septiembre", que supusieron un "aldabonazo en la conciencia mundial sobre la naturaleza execrable del terrorismo".

PAISES "SOCIOS"

Da Silva, por su parte, subrayó que su visita a España se da en un momento de "gran dinamismo de las relaciones entre nuestros dos países", e insistió en que "hoy somos más que amigos, somos socios en la contrucción de un futuro más próspero para nuestros puebls".

Apuuntó que "las grandes inversiones españolas en Brasil fortalecerán los lazos económicos entre dos naciones tradicionalmente amigas", y recordó la "contribución de España para la formación de un Brasil moderno", en el que hay más de diex millones de brasileños de ascendencia española.

Asimismo, el mandatario brasileño manifestó la "gran importancia" que atribuye su Gobierno al "proceso de concertación social". Con ella busca "la participación de toda la sociedad y de los tres poderes en un royecto de país más próspero y más justo", que recuerda, aseguró, al que en España culminó con el Pacto de la Moncloa.

"Estamos empeñados en la construcción de un nuevo contrato social, que permita un diálogo constructivo entre empresarios, trabajadores, sectores de la sociedad", dijo Lula. El fin es promover "los cambios que la sociedad brasileña reclama", y hacerlo con "transparencia y permanente estímulo a la participación popular".

La lucha contra la corrupción, "este mal que corroe muchas delas sociedades modernas", la voluntad de combatir los desequilibrios sociales y la pobreza, y la necesidad de fortalecer Mercosur para lograr la integración plena de América del Sur, son otras de las prioridades que Da Silva expuso ante la delegación parlamentaria española.

Además, comentó que "estamos buscando estrechar los vínculos que nos unen a Europa", pues para que la "democracia en los países en desarrollo se fortalezca, es necesario un ambiente internacional solidario y favorable al crecimient económico".

En este objetivo, Da Silva subrayó que "la relación entre Brasil y España puede y debe traducirse en impulso a las diversas iniciativas que contribuyan a aproximar América Latina, en particular América del sur, a la Unión Europea".

De la misma manera, concluyó, Brasil procura estrechar sus contactos con Africa, los países árabes y los grandes países en desarrillo, vínculos diversificados que "no nos distancian, muy al contrario, nos aproximan y favorecen una articulación estrecha y povechosa para la construcción de un sistema internacional pluralista, multilateral".