Cañón logró uno de los mayores apoyos que se recuerdan en la organización, en un periodo histórico marcado por el reconocimiento de la lengua de signos y el desarrollo de los planes para su desarrollo.

El reelegido presidente de la CNSE destacó durante la asamblea que "hace sólo tres años este proyecto de ley era para nosotros y nosotras una utopía, ya que el Congreso de los Diputados rechazó una proposición no de ley que se limitaba a reclamar la condición bilingüe y bicultural de las personas sordas".

Por el contrario, añadió Cañón, "el proyecto de ley que se encuentra en el Parlamento nos reconoce como comunidad lingüística y cultural".

"Creo que no hay duda del avance", dijo, "sobre todo cuando hemos logrado que los propios diputados empiecen a darse cuenta de que la lengua de signos es un idioma más", añadió.

Luis Cañón también destacó que en estos últimos años se han doblado el número de servicios de intérpretes de lengua de signos.

Así,indicó que "en 2004 se realizaban 18.000 servicios, mientras que, este año, el convenio firmado con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales permitirá que se alcancen los 33.000, lo quebeneficia directamente a las personas sordas".

Por otra parte, en el informe que se presentó ante la asamblea, también se abordaron los distintos ámbitos de actuación de la CNSE, desde la reforma de los estatutos, al fortalecimiento de la presencia del movimiento asociativo en el Tercer Sector de Acción Social.

En el capítulo internacional, destacó el "buen trabajo que se está desarrollando en relación con la organización en Madrid del XV Congreso de la WFD en 2007".

Un apartado especial mereció el tema del desarrollo de la lengua de signos y la educación de la infancia sorda, para instaurar en España el modelo bilingüe.

La formación y el empleo, la accesibilidad a la comunicación o la participación ciudadana, fueron otros de los asuntos tratados en esta asamblea.