Mañas rehusó hoy reconocer estas similitudes, pero la nueva polémica para el mundillo literario está servida. La protagonista de la obra, Karen del Corral, es la última "enfant terrible" de las letras españolas, se ha convertido en un fenómeno mediático, ha ganado un prestigioso premio literario y son conocidos sus malos modos con la prensa.

Los guiños hacia Lucía Extebarria en el libro no son pocos. La autora es la última ganadora del Premio Planeta y a este galardón se alude en la novela, igual que al antidepresivo Prozac, que también figura en el título de otro de los libros más conocidos de Etxebarria, "Amor, curiosidad, Prozac y dudas".

En su encuentro con los medios, Mañas esquivó las preguntas relacionadas con Etxebarria. Se limitó a señalar que con esta colega ha tenido algún que otro encontronazo público y que ambos frecuentan círculos muy distintos. Pero también aclaró que algunos de sus libros le han gustado, como el de "Amor, curiosidad, Prozac y dudas" y que el personaje de Karen no es más que un arquetipo de un escritor que no ha sabido digerir el éxito.

Al margen de la polémica, Mañas destacó que "Caso Karen" es su novela más compleja, más "vanguardista y sofisticada" en lo que se refiere al andamiaje narrativo y un híbrido entre el género policiaco y el monólogo interior.

Como en su anterior trabajo, "Soy un escritor frustrado", esta nueva novela vuelve a dedicar un espacio destacado a la creación literaria, en este caso vista desde el prisma del daño que provoca el éxito y la fama.

De éxito a una edad muy temprana sabe mucho Mañas. Con 22 años publicó "Historias del Kronen", que quedó finalista del Premio Nadal en 1994 y logró unas ventas cercanas a los 100.000 ejemplares, convirtiéndose en una obra de culto para muchos lectores jóvenes. Después vendría su adaptación al cine y nuevos trabajos de éxito como "Mensaka", también llevados a la gran pantalla.

Para no caer en la autodestrucción que genera en muchas ocasiones el éxito, Mañas dice que ha sabido abrirse un paréntesis de varios años y ser consciente de que el éxito le ha reportado la gran satisfacción de poder vivir exclusivamente de la literatura.

También igual que en las anteriores entregas de Mañas, Madrid vuelve a ser en esta ocasión el escenario de la trama, con la noche de nuevo muy presente. "La noche es más propicia para las ensoñaciones y desdibuja los contornos de la realidad. La noche es la poesía, mientras el día es la lucidez", afirmó.