"No ha habido ningún trato de favor, y como éste es un Gobierno transparente se darán las explicaciones que hayan que dar, si hay que dar alguna. No se dan cuenta de que ésta no es una administración socialista. Aquí no hay gratis total, no hay amigos de Rubio y Roldán, esto es otra cosa", sentenció el presidente autonómico.

Lucas defendió la actuación de sus consejeros afirmando que "no me consta que sté tipificado como delito penal acudir a una cacería, pero en Castilla y León cuando se mata una mosca es motivo de escándalo para determinadas fuerzas políticas que luego permanecen en silencio sobre los grandes temas de esta comunidad que son los temas que a nosotros nos inquietan".

Con esta crítica, el dirigente del PP se refiere a los socialistas castellano-leoneses, que han calificado el hecho como "acontecimiento político grave" y que ya han nunciado que exigirán responsabilidades políticas al obierno regional.

A juicio de Lucas, "la catedral de Burgos sí es un tema importante, y a matar un faisán hay que darle la importancia que realmente tiene, que es matar un faisán".

El presidente regional aprovechó para recordar las dificultades económicas que afrontan las comunidades autónomas no regidas por el PSOE. "Tenemos unos presupuestos escuálidos, y tenemos que jerarquizar nuestros medios en nuestras necesidades más perentorias, y todo lo afronta la Junta en solitario, a diferencia de losmimos que se dan a otras comunidades".

Para la Junta de Castilla y León es primordial "el tema de las catedrales de Burgos y León, pero todo nuestro presupuesto dedicado a la conservación del patrimonio, incluido el sueldo de los funcionarios, es insuficiente, y esto me importa más que el faisán".