El beneficio neto atribuido de Ebro Puleva hasta junio alcanzó un total de 6,77 millones de euros, un 19% más, debido al aumento del 94,3% en los resultados extraordinarios, al ganar 16,7 millones de euros en operaciones inmobiliarias, y a la reducción de los gastos financieros tras bajar la deuda neta consolidada en un 37,9%, a 382,5 millones de euros.

Por su parte, el importe neto de la cifra de negocios se situó en 973,6 millones de euros, un 9,3% menos que en el año anterior, por las desinversiones llevadas a cabo por Ebro Puleva en negocios no estratégicos, como la ventade Proterra, y en empresas en las que no controlaba la gestión (venta de Jesús Navarro), según explicó la compañía.

Finalmente, Ebro Puleva admitió que su participada chilena Iansa (posee un 23% del capital) tuvo en el primer semestre un comportamiento "desfavorable y marcado por la incertidumbre", ya que en el Parlamento chileno se debate una nueva ley para regular el régimen de importaciones de azúcar, materia prima fundamental para la compañía.