En esta misiva, las organizaciones que apoyan al citado país, expresan que "el destino del pueblo iraquí, su actual presente de miseria, enfermedad y muerte no puede seguir dependiendo de las acusaciones inconcretas del presidente de UNSCOM y de la determinación norteamericana de prolongar indefinidamente las sanciones impuestas a Iraq en agosto de 1990".

Además, añade la carta que "el conjunto de la comunidad internacional considera la aplicación de embargo contra este país omo una inaceptable arma de destrucción masiva, aplicada despiadadamente, sin justificación moral ni legal alguna, sobre un pueblo inerme e inocente, que ya ha pagado el tributo de más de un millón de muertos, de ellos 850.000 niñas y niños menores de 5 años".

"Le rogamos que se sitúe de nuevo del lado del sufrimiento del pueblo iraqí, aprecie y reconozca los progresos evidentes realizados en los distintos ámbitos exigidos a Iraq, y promueva nuevamente, en el espíritu de su honorable intervención en l anterior crisis del pasado enero, una definitiva solución, justa y digna del problema iraquí", añade el escrito.