Esta conclusión de basa en el hallazgo de una mandíbula fosilizada de entre 65 y 70 años de antigüedad, que según algunos científicos pertenece a un loro. En caso de que fuese así, e trataría del fósil más viejo encontrado de aves no voladoras, 10 millones de años anterior a otros fósiles de esta especie.

No obstante, otros científicos como Storrs Olson, del área de aves del Museo Nacional de Historia Natural de la institucióm Smithsonian, afirman que este hallazgo es muy dudoso, y exigen más pruebas que demuestren que se trata de la mandíbula de un loro, cuyos fósiles más antiguos datan de hace 53 millones de años y no tienen mucha semajanza con éste.