Eva Vallejo, coordinadora de ANDA, explicó a Servimedia que la colonia de loros y periquitos es una de las consecuencias de la tendencia registrada últimamente en la sociedad española a comprar animales exóticos.

Para Vallejo, la gente tiene la idea equivocada de que un animal exótico puede hacer la misma compañía o desarrollar el mismo lao afectivo que un perro o un gato, cuando son animales salvajes que se mueven por instinto.

"Una iguana no se pone contenta cuando llegas a casa igual que lo hace un perro, y tiene un rabo que puede ser tan dañino como un látigo", explicó.

Asimismo, Vallejo señaló que nunca se piensa en las dimensiones que pueden alcanzar algunos de ellos ni en la agresividad que pueden desarrollar al vivir solo en un hábitat que no es el suyo.

En este sentido, añadió que "mucha gente se compra un caimán cuado no mide ni 25 centímetros, y cuando aquello comienza a crecer se encuentran con que come mucho y con que no caben en el piso".

Vallejo advirtió del peligro que para la fauna autóctona supone el abandono de animales exóticos en parques naturales, ya que acaban con las aves, mamíferos y reptiles del lugar o que los mismos huyan hacia otras zonas.

SERPIENTES E IGUANAS ABANDONADAS

Por su parte, el jefe de la Patrulla Verde de Madrid, José Luis Montero, señaló a Servimedia que en lo que va de añosu unidad ha recogido unos 50 animales exóticos en sus intervenciones.

"Este año no hemos tenido que coger a ningún caimán, pero sí varias serpientes e iguanas", explicó Montero, quien añadió que la mayoría de las veces intervienen por avisos de ciudadanos que han visto a esos animales sueltos por la calle.

Montero explicó que mientras que los animáles autóctonos cuentan con diversos albergues a lo largo de la Comunidad de Madrid, los exóticos sólo pueden ser alojados en el Parque Zoológico de Marid, donde este año se han donado cerca de un millar de tortugas.

Por su parte fuentes del Zoo señalaron a Servimedia que las donaciones ciudadanas de animales exóticos sólo son admitidas si el animal viene acompañado del certificado CITES (Control Internacional del Tráfico de Especies).

El CITES es una especie de DNI del animal que debe ser entregado a todo aquel que compre un aninal y sirve para controlar el comercio de especies exóticas protegidas.