El exministro, que clausur el Congreso Internacional "El Regímen de Franco 1936-1975", organizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), añadió que Franco sentía un gran respeto por la monarquía y "nunca cortó sus contactos con Don Juan, a pesar de la posición distante que adoptó en algunos momentos el padre del Rey".

Añadió que el caudillo "tenía muy clara la idea de que no podía ser el eslabón entre Manuel Azaña y la Tercera República", por lo que la alternativa de don Juan Carlos para sucederle era la ás lógica y natural.

Respecto a sus preocupaciones, López Rodó señaló que a Franco le quitaba el sueño la desigualdad social que se vivía en algunas regiones de España.

López Rodó se refirió también a Felipe González, por el que dijo sentir gran admiración debido a su destacada capacidad de persuasión, ya que "es capaz de vendernos un borrico como un caballo jerezano".