López Garrido se muestra muy crítico con la mayoría que lidera Julio Anguita, a la que responsabiliza de practicar "la cultura del sectarismo" en el seno de esta formación, y acusa al coordinador general de no propugnar el consenso y la itegración en Izquierda Unida.

El dirigente de IU, catedrático de Derecho Constitucional y vicepresidente de la Asociación Pro Derechos Humanos, considera que IU no puede desaprovechar tras las elecciones la posibilidad de influir directamente "en el área de gobierno". "No podemos estar en la cultura del gueto y en posiciones inmovilistas que no conducen a nada".

P: ¿Qué posición tiene que adoptar IU en caso de que, como es previsible, ni PSOE ni PP obtengan mayoría absoluta?

R: Para Izquierd Unida aparecen ahora una posibilidades de influencia que antes no existían. No podemos meternos en el guetto. Es el momento de que IU avance y se proponga estar en el área de gobierno y de influencia gubernamental. Sería la forma de sacar rentabilidad desde el punto de vista del elector, al voto que se deposita. Si no lo hacemos ahora, no sé cuando.

IU debe tener una cultura nueva de gobierno, no en función de la idea de gueto, que te condiciona tu discurso y te lleva a otras latitudes.

P: La reación que debe mantener IU con el PSOE, ¿es el verdadero desencadenante de las confrontaciones en el seno de su formación?

R: En IU hay un sector que sigue sin entender lo que es Izquierda Unida. Desde la dirección habría que haber hecho especial énfasis en alcanzar consensos en una fuerza en la que siempre va a haber diferencias. Pero no ha habido una actitud integradora.

Hay un sector en IU que no defiende la cultura de consenso, sino la cultura del sectarismo, que es lo peor que le ha sucedidoa la izquierda en este siglo. El proyecto plural de IU ha sufrido una involución. Por eso abandonaron Sartorius, Almeida y Castellano, porque no se mantenían esos principios básicos de la estructura de IU y no hubo esfuerzo suficiente para lograr el consenso.

P: ¿Va a notar mucho el grupo parlamentario de IU la ausencia de estos tres dirigentes?

R: Su ausencia del Congreso es insustituible y es una pérdida para el grupo parlamentario y para mucha gente que no es votante de IUc pero que siente proundamente que no estén en el Parlamento. Nosotros intentaremos compensar esa ausencia con un trabajo mayor.

P: Tras las elecciones, ¿IU se acabará rompiendo finalmente?

R: Yo apuesto por que no se rompa el proyecto, porque nosotros nos sentimos muy de Izquierda Unida. Estamos muy comprometidos con él desde su fundación, y nuestra continuidad no depende ya de mayorías o minorías. Hay que volver a la idea original de avance de IU y no de posiciones inmovilistas que no conducen a nada.

PRIVATIZACINES DEL PP

P: Un inminente enfrentamiento puede venir por la discusión de los pactos postelectorales.

R: Creo que al final la gente será bastante realista.

P: ¿Cómo enjuicia el desarrollo de estos primeros días de campaña?

R: La precampaña está montada desde un principio sobre un bipartidismo muy personalizado entre Felipe González y Aznar, que está ocultando los problemas del país.

P: ¿El ciudadano percibirá muchas diferencias si el mes que viene empieza a gobernar la el Partido Ppular?

R: El PP haría una política mucho más conservadora. No hay mucho margen entre PSOE y PP en su política económica, pero el PP extremaría los aspectos privatizadores y de pérdida de protagonismo del sector público.

P: Usted es un experto constitucionalista. ¿Cómo ve el estado de salud de nuestra Carta Magna?

R: Yo creo que la Constitución es lo mejor que se ha hecho en España en los últimos doscientos años desde el punto de vista legislativo, pero sólo se ha explorado su vertiente más cnservadora, y no la progresista, que tiene mucha. Este sería el objetivo de los próximos años de un gobierno progresista.