"La cuestión aquí no es que haya un partido, Nueva Izquierda, que está fuera de Izquierda Unida y que pide el ingreso. El tema es que Nueva Izquierda es una corriente que funciona desde hace muchísimo tiempo en Izquierda Unida, que sus componentes son conocidos socios fundadores de Izquierda Unida y que por tanto de lo que se trata es de cambiar un estatus de funcionamiento: en vez de corriente a partido político", explicó López Garrido. A su juicio, es más coherente que Nueva Izquierda se integre como partido en IU, ya que la mayoría de los integrantes de la coalición funcionan como partidos políticos en el seno de esta formación, como es el caso del PCE, del Pasoc o de Izquierda Republicana. "No creo que se pueda negar a alguien, a un militante de Izquierda Unida, el derecho a organizarse en un partido, como otros lo están también", indicó.

López Garrido estima que lo que se está dilucidando es la naturaleza de Izquierda Unida,"si Izquierda Unida es una organización plural o no lo es, si se mantienen sus señas originales de identidad o si en Izquierda Unida va a predominar una parte, no el todo".

"Nosotros, a pesar de todo, vamos a continuar en Izquierda Unida, y no tenemos por qué renunciar a la continudad en esta organización, porque entendemos que nuestro compromiso con IU es nítido, clarísimo", concluyó.