E nuevo fichaje de GM, nacido en la localidad vasca de Amorebieta, está reconocido en la industria internacional de la automoción como uno de sus ejecutivos "estrella", tras propiciar al fabricante norteamericano un ahorro de unos 2.000 millones de dólares durante el periodo que ha controlado las compras en Europa de componentes para fabricar sus vehículos.

Sin embargo, López Arrortúa también está considerado como uno de los mayores enemigos del sistema de producción automovilístico japonés, a cuyos reponsables ha llegado a calificarlos de "piratas" y de ser los mejores "haciendo trampas y propaganda".

El nuevo directivo de Volkswagen, por cuyo cargo afirman que cobrará 20 millones de dólares en cinco años, adquiere desde Europa una posición privilegiada para enfrentarse a la penetración de los productos japoneses mediante técnicas como las que el mismo denuncia que han utlizado en Estados Unidos, entre ellas, el "dumping" de precios y las restricciones a la importación de coches en su mercado.

Muchos de los responsables de empresas nacionales y extranjeras que operan en España reconocen en privado su temor a que la actual crisis de la automoción en Europa, de la que las caidas de ventas en España son un buen reflejo, sea la piedra de toque para que los japoneses inicien una competencia más agresiva en esta zona del mundo.

No obstante, tambié es conocida entre los comités de empresa de las industrias automovilísticas su fama de "duro", avalada por unos resultados que todos los analistas conultados aseguran que podrían haber sido aún mejores de no ser por las limitaciones que encontró en GM para desarrollar su política de compras y la férrea estructura de relaciones laborales.

Otro proyecto emblemático, que López Arriortúa no llegó a materializar en GM es la instalación en su localidad natal de Amorebieta de una fábrica de producción de coches con unas tecnologías avanzadas cuyo presupuesto a mediados de 1992 era de 60.000 millones de pesetas.