En una entrevista publicada por "El País", López Aguilar se muestra preocupado por que "la violencia y la radicalidad política estén contaminando el debate normal sobre problemas que son acuciantes y que necesitan una 'curade caballo'. No es posible ahora un debate sereno sobre los problemas de la justicia y del desarrollo autonómico, y eso se debe a que vivimos una situación anómala que tiene a este país enfermo, y que es la ofensiva terrorista".

"Pero este país no merece esta enfermedad, este cáncer que no es propio de una sociedad desarrollada. Es evidente que el clima de inseguridad en el que vivimos, y esta psicosis nacional que padecemos, está afectando a la salud y a la calidad de nuestra democracia y, por supueso, al desarrollo autonómico", agrega.

A su juicio, éste "es un proceso indeseable y que tiene mucho que ver con la responsabilidad del Gobierno del PP, en la medida en que la estrategia y la dialéctica que está utilizando reduce su actuación respecto a muchos temas de Estado en función de la ofensiva terrorista. Pero el Gobierno de Aznar la utiliza para frustrar el debate sobre el desarrollo autonómico".

López Aguilar señala, por otra parte, que "para lograr realmente el aislamiento social del terorismo hacen falta todos los demócratas, sin excluir a los nacionalistas, porque los nacionalistas son parte del País Vasco". "El presidente Aznar y todo el PP están embarcados en una lógica política en la que siempre van delante los cálculos electorales sobre cualesquiera otros".

"Lo que no puede ser es que el PP esté imponiendo la idea de que quien no esté dispuesto de forma incondicional a capitular de la política vasca y a sumarse a la locomotora electoral que debe hacer Mayor Oreja, está colaborndo activamente con ETA y con el terrorismo", prosigue. "Esa estrategia le puede proporcionar al PP ventajas electorales, quizá, pero lo que es seguro es que radicaliza y encrespa a la sociedad vasca y al conjunto de la sociedad española".

El responsable socialista de Desarrollo Autonómico indica que "nosotros somos duros con la actual dirección del PNV, pero no perseguimos, como el PP, sacarle fuera de la política democrática".