Logró escapar del territorio ocupado por Marruecos --------------------------------------------------
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Selemtu Mohammed Lamin, un ciudadano sahaaui que acaba de escapar de los territorios ocupados, explicó a Servimedia "que la violación constante de los derechos humanos en esa zona por parte de las fuerzas de ocupación marroquíes son una práctica tan habitual que no se pueden citar casos concretos".
Los malos tratos y la represión provocados por esa ocupación militar que se prolonga desde hace 17 años, "se han convertido en algo natural, generalizado, que forma parte de la vida cotidiana. Todos los días alguien resulta herido o detenido por ls soldados marroquíes y los malos tratos en las cárceles siguen siendo habituales, a pesar de la presencia de funcionarios de la ONU", contó el fugado.
El propio Selemtu ha estado dos veces en prisión, como ocurre con muchos compatriotas, como consecuencia de las continuas redadas que los policías y militares marroquíes realizan entre la población civil, e incluso algunos niños de trece o catorce años son encarcelados.
Según el relato que facilitó a esta agencia, en 1987, cuando llegó la primera isión de la ONU, el avión que debía llegar desde Ginebra a El Aiún fue desviado a Marrakesh, y en la capital del Sahara aterrizó, en su lugar, un vuelo de las autoridades marroquíes. El fue uno de los jóvenes que sacaron pancartas de protesta y banderas en el aeropuerto, que fueron apresados, algunos de los cuales figuran como desaparecidos.
También informó que a finales del año pasado, cuando se postergó la celebración del referéndum de autodeterminación, hubo varias manifestaciones en las zonas ocupdas, que fueron sofocadas por el Ejército. "Numerosos jóvenes quedaron inválidos, una mujer embarazada abortó y otra falleció en el hospital militar de El Aiún tras ser detenida", dijo.
CONTROLES DE AISLAMIENTO
Selemtu, un pescador de 29 años que nació en la comarca de Mahdes, en el antiguo Sahara español, consiguió huir de los territorios actualmente ocupados por Marruecos, y llegó a Madrid después de sortear los innumerables controles que el ejército de Hassan ha desplegado para aislar la zona.
En su opinión, el dispositivo de seguridad de los soldados marroquíes tiene la doble función de evitar que los saharauis salgan del territorio y conseguir que ninguna persona de otra nacionalidad, ni siquiera los componentes de la Misión Internacional de las Naciones Unidas (Minurso), pueda entrar o establecer contacto con ellos.
Desde que la ONU mandó enviados especiales para que ejerciesen en el Sahara una labor de supervisión del proceso de paz que debía desembocar en un referéndum de autodetermiación, hace más de un año, los delegados han sido concentrados en pabellones en los que les está vedado cualquier contacto con los saharauis.
El referéndum, que debía haberse celebrado el pasado mes de febrero, sigue pendiente y, mientras tanto, el Gobierno alauí ha elaborado censos alternativos y está preparando unas elecciones generales en Marruecos, incluidos los territorios ocupados, que los saharauis consideran una farsa.
"En los últimos meses, se ha producido un recrudecimiento de las relacones entre el pueblo saharaui y las autoridades marroquíes, y la represión; el control y la presión psicológica ha empeorado después de la llegada de los representantes de Minurso", señaló Selemtu.
PROHIBICION DE DAR INFORMACION
Una prohibición total y absoluta pesa sobre los posibles contactos entre los habitantes y los delegados de la ONU, para evitar que los saharauis proporcionen cualquier información sobre su situación a los medios internacionales.
A pesar de todo, según Selemtu, la poblacón saharaui confía en la aplicación del plan de paz en un futuro próximo.
"Los habitantes de los territorios ocupados tenemos entendido que muchos organismos internacionales no gubernamentales y periodistas han intentado entrar en la zona como observadores, pero el Gobierno de Hassan se lo ha impedido", precisó.
"El año pasado, un avión fletado por una institución de municipios hermanados con localidades saharauis", señaló Selemtu, "que trasladaba a varios alcaldes españoles e italianos, aterrizóen El Aiún, pero las autoridades marroquíes sólo les permitieron ir al Parador andando y desde ahí se les obligó a abandonar el país".
Más recientemente, el 10 de junio pasado, los marroquíes negaron el permiso de entrada y aterrizaje al avión que transportaba a los doscientos integrantes de la delegación española de solidaridadcon el referendum del Sahara. Los expedicionarios tuvieron que aterrizar el aeropuerto de Las Palmas, desde donde regresaron posteriormente a Madrid.
(SERVIMEDIA)
15 Ago 1992
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