Castellano, que abandonó las filas socialistas después de permanecer durante años en su dirección, respondió así a la decisión del PSOE de eliminar el puño de su logotipo y modificar la rosa, dentro de los cambios de imagen del partido.

En su opiión, estos cambios son "accesorios" en comparación con las "mutaciones genéticas" que ha sufrido el PSOE en los últimos meses en su ideario, su organización, y su práctica política. "Que ahora, de lo que en lenguaje coloquial se llamaba el puño y la berza, quiten el puño, tiene muy poca importancia", remachó.

"Lo triste del caso", dijo Castellano, es que el PSOE renunciara en su día al emblema del yunque y el libro, adecuando su tradicional logotipo "a la rosada tercera vía", y "secuestrando" símbolos"que representaron muchos años de lucha y de ideales".