Los inmigrantes se encontraban en su mayoría indocumentados y en condiciones infrahumanas, hacinados y tumbados en el suelo, según informó en un comunicado el Ministerio del Interior.

En la operación policial se ha desarticulado una red de traficantes de personas, compuesta por 3 ceutíes de origen magrebí, Mohamed A.A., Abdel-Lah M.C. y Habiba M.N..

Los extranjeros manifestaron a los agentes que habían cruzado legalmente la frontera ayudados por miembros de la organización, que tiene su centro de operaciones en varios puntos de Marruecos, a donde habían llegado procedentes de sus países de origen.

Una vez traspasada ilegalmente la frontera española fueron alojados en 2 chamizos prefabricados en la barriada del Príncipe en Ceuta. En estas cuadras para el ganado los inmigrantes esperaban entre 15 días y 2 meses la llegada de pequeñas embarcaciones para realizar el viaje a las costas españolas.

Los inmigrntes pagaron entre 150.000 y 400.000 pesetas a los responsables de la red, en función de su lugar de procedencia. También abonaban 1.000 pesetas diarias por persona "en concepto de alojamiento", lo que les proporcionaba "una alimentación escasa y deficiente cada 2 o 3 días".

Por otra parte, la policía arrestó los días 14 y 15 en Melilla a 251 inmigrantes marroquíes ilegales que intentaban pasar escondidos en los vehículos que transportaban las atracciones de los feriantes que regresaban a la Penínsulatras su estancia en la ciudad melillense.

Ambas operaciones se han desarrollado en el marco del "Plan Sur" encaminado a la desarticulación de las redes de inmigración ilegal que operan em la zona del Estrecho.